Quien ejerza hoy
día la profesión de docente, orientador, asesor… tiene que estar claro que
EDUCAR HOY ES DIFERENTE. No se si más fácil, más difícil o complicado que unos
años atrás, lo que sí se es que es MUY DISTINTO a lo que tradicionalmente hemos
estado acostumbrados…
En la actualidad
los alumnos, sobrinos, hijos (quien los tenga), vecinos que estén en edad
escolar (desde el preescolar hasta la universidad) son personas con otros
intereses, a los que el mundo de la tecnología y la rapidez o inmediatez de las
cosas los han delimitado para accionar o pensar de una forma MUY DIFERENTE a lo
que comúnmente estábamos acostumbrados.
Hoy, el simple
hecho que un contenido nuevo que quieras enseñar, ya esté público y de fácil
acceso en las redes, internet, celulares o tablets te exige como docente o
transmisor del conocimiento, una actitud frente a la educación de INNOVACIÓN,
de mayor SENTIDO COMÚN y por encima de todo eso un reto a hacer del APRENDIZAJE
algo llamativo y sobretodo útil para la vida de cada personita que tienes
delante de ti.
Hay que recordar
que si decidimos educar, y hacerlo DE LA MEJOR FORMA, tenemos que estar consientes
que la vida es MÁS que la tecnología, es MÁS que las cosas materiales que
poseemos… es un camino donde el ejercicio
de las virtudes, el querer
hacer las cosas bien y en el aprender porque de verdad creo que el conocimiento de la realidad permitirá
realizarme de una u otra forma, serán premisas fundamentales para
enganchar o motivar a tus alumnos, hijos… hacia el BIEN o la FELICIDAD.
Pienso que
algunas de estas actitudes nos ayudarán a captar la atención de nuestros
educandos:
Ö
Hablar
en positivo.
Ö
Estar
en lo que se hace.
Ö
Querer
de verdad a nuestros alumn@s.
Ö
Ver el
lado positivo de las cosas
Ö
Vender
la idea, de tal forma que se sienta que será una mejora personal.
Ö
Coherencia.
Ö
Trabajo
en equipo.
Ö
Apuntar
alto en la formación de las personitas que tenemos delante.
Ö
Formarnos
nosotros primeros.
Ö
Saber
usar la tecnología a favor de nosotros y de los aprendizajes que se quieren
lograr.
Hagamos que la EDUCACIÓN DE HOY VALGA LA PENA. Rescatemos
la importancia de formarnos, de estudiar, de no conformarnos con menos… “Quién es sabio, no se le perdona que no lo
sea” decía San Josemaría Escrivá. Reinventemos las formas o maneras de educar,
pero sin perder el norte: la inteligencia, el cuerpo, el alma, la voluntad y
las emociones. Todas estas dimensiones harán una mejor persona, por ende un
mejor ciudadano.
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